Antes que nada, hay que destacar que en Worki es opcional que una Línea de trabajo trabaje con Sprints. Sin embargo, toda Línea de trabajo tiene el Backlog como contenedor por defecto de UT. Por conveniencia respecto del contexto de la Línea de trabajo se pueden definir Sprints como contenedores adicionales y asociados a un período de tiempo. Esto se explica con más detalle en Organización del trabajo con Worki.


Como se muestra a continuación, cada Sprint tiene 4 fechas para definir; Fecha de inicio estimada, Fecha de fin estimado, Fecha de inicio real y Fecha de fin real.


 


Con lo cual, para iniciar un Sprint se debe acceder al formulario de edición del Sprint y ponerle una Fecha de inicio real. Correspondientemente, para cerrar un Sprint se le debe poner una Fecha de fin real. Para poder cerrar un Sprint todas las UT contenidas en él deben estar terminadas.


Como se observa en la imagen anterior es posible tener abiertos varios Sprints, sin embargo, no es recomendable asignar muy anticipadamente las UT a un Sprint pues si se esperan cambios esto provocará movimientos de UT en cascada entre los Sprint abiertos. Tal como se muestra en la imagen anterior lo normal y recomendable es tener un Sprint abierto y comenzado, y cuando se acerque su fin, abrir un nuevo Sprint para comenzar a preparar el trabajo en él y no perder continuidad entre el fin de un Sprint y el comienzo del siguiente. Todo el resto del trabajo debería gestionarse en el Backlog. En Worki el Backlog es un contenedor similar a un Sprint, la diferencia es que viene por defecto con la Línea de trabajo y no tiene fechas asociadas, siempre está abierto.


Nótese también que depende del contexto si es conveniente que los Sprints sean consecutivos en el tiempo y/o tengan la misma duración. En contextos con compromisos de plazos rigurosos en general es conveniente tener regularidad en la duración de los Sprints e intentar que sean consecutivos (que al terminar uno comience inmediatamente el siguiente).